El consumo energético se ha convertido en uno de los principales gastos tanto para consumidores como para empresas. La directora general del Grupo Ab 1903, Fina Bernárdez, acerca algunas de las claves, una vez concluida la mesa redonda del primer Espacio de Encuentro que El Cruzado ha organizado junto a su empresa.
Un ciudadano, una empresa, ¿dispone de la suficiente información para saber qué es lo que paga en su factura energética?
A nivel regulatorio se ha intentado; es decir, la factura tiene una información mínima que estamos obligados a incluir todos los comercializadores. Pero lo cierto es que creo que no se ha conseguido. El sector tiene su complejidad y se le trasladan al consumidor muchos conceptos que son fruto de las políticas energéticas de cada país; por eso a veces es difícil entender qué cubre cada uno de estos conceptos.
Uno de los valores añadidos de las empresas comercializadoras de cercanía como la nuestra es precisamente poder hacer la labor de divulgación y de formación del consumidor para que pueda entender todos los costes que incluye la factura de la electricidad.
¿Hasta qué punto puede el consumidor “controlar” su gasto energético? Se trata de un mercado regulado, hay conceptos en la factura que no se puede tocar porque ya vienen marcados por leyes/directivas europeas…
El consumidor va a tener que jugar un rol mucho más activo en los próximos años. Sí que hay una parte de la factura que son costes regulados como, por ejemplo, los peajes y los cargos. Pero hay una parte importante del precio que depende de la materia prima, es decir, de la energía que se compra para ese cliente. Si el cliente tiene un precio de energía vinculado a los precios del mercado diario de electricidad puede jugar con su patrón de consumo y decidir en qué franjas horarias consume más o menos en función de los precios horarios de esa energía.
¿Qué factores influyen en el precio de la energía?
Destacaría varios factores:
– El mix de generación. En la península ibérica tenemos diferentes tecnologías de producción, cada una con unos costes de producción diferente. En función de las tecnologías que estén funcionando el precio final será uno u otro.
– Indirectamente del precio de materias primas como el gas, ya que algunas de las tecnologías de nuestro mix de generación utilizan el gas como combustible.
– La demanda energética. Dependiendo de la época del año o de las franjas horarias del día la demanda es una u otra. En las horas de más demanda el precio es más elevado.
– Los costes regulados e impuestos, que dependen de la política energética y fiscal de cada gobierno.
¿Es el mercado energético uno de los más volubles?
Tal y como está planteado actualmente el mercado, en el que las comercializadoras independientes están yendo a comprar la energía al mercado diario, sí es muy voluble. La reforma del mercado eléctrico que se plantea desde Europa precisamente incide en que uno de los temas que hay que mejorar es el acceso a contratos a largo plazo entre generadores y comercializadores. Esto ayudaría a estabilizar los precios en situaciones de crisis como la que vivimos actualmente.
¿Supone una buena solución apostar por el autoconsumo? ¿Qué garantías tiene el consumidor que apuesta por esto de que no cambien las reglas de juego (leyes)?
Apostando por el autoconsumo lo que se consigue es reducir la exposición a la volatilidad de precios. Si una parte de la energía nos la producimos nosotros no tendremos que ir a comprar el cien por cien de la energía al mercado, esto nos da más estabilidad.
Al final, el sistema eléctrico tiene que ser sostenible, y las redes eléctricas se tienen que seguir manteniendo, lo único que puede suceder es que el consumidor tenga que pagar un pequeño peaje por la energía autoconsumida, pero es un riesgo mínimo y creo que el concepto de protección al consumidor está por encima de toda política energética.
¿Qué papel juegan las distribuidoras de energía? Ventajas de una distribuidora pequeña/mediana respecto a una gran multinacional.
Las empresas distribuidoras son facilitadoras de todo el proceso de transición energética. Tienen que invertir en digitalizar y automatizar las redes para que esta implantación de la generación distribuida y de las energías renovables sea posible.
¿Y qué hay del papel de las comercializadoras de energía en este mercado? ¿También gozan de ventajas las pequeñas o medianas respecto a las más grandes?
Las comercializadoras de energía locales tienen un conocimiento importante del territorio, de las necesidades de sus clientes. Están haciendo una labor de divulgación muy importante y muy enfocadas a dar un servicio de asesoramiento de calidad al cliente.
Es cierto que la situación del mercado y la exposición de las empresas comercializadoras independientes a estos precios nos ha dejado en desventaja competitiva frente a los grandes grupos empresariales con centrales de generación propia, por eso la normativa debe regular el acceso a la energía producida por las grandes centrales de generación, que actualmente está en manos de unos pocos, para velar por la sana competencia de este sector.