Ecologistas en Acción ha remitido una denuncia al SEPRONA, a la Confederación Hidrográfica del Ebro y al Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón para que se investigue un vertido de fango negro en el río Cinca, a la altura de Monzón. La organización ecologista pide que se investigue si este vertido puede ser constitutivo de delito.
Ecologistas en Acción se ha dirigido a la CHE, indicándole que «es imperativo proceder de inmediato a la retirada total de los lodos vertidos en el cauce del río Cinca». Y alertan de que «las lluvias intensas que suelen ocurrir en otoño pueden provocar crecidas, favoreciendo la dispersión del vertido y complicando considerablemente las tareas de restauración del lecho fluvial»
Por otra parte, también instan «a realizar una analítica del vertido para determinar su nivel de toxicidad y paralizar el proceso productivo mientras exista un riesgo grave de daños ambientales».
Vertido en el río Cinca
Según explica Ecologistas en Acción, el vertido en el río Cinca ha tenido lugar en el un cauce sin caudal, lo que «está provocando que los residuos se acumulen en las orillas, generando un deterioro en el estado de la masa de agua afectada. Esto implica un incumplimiento de la autorización de vertido».
La organización ecologista señala como responsable de este vertido a la empresa Carburo del Cinca. «Considerando el incumplimiento de la autorización de vertido por parte de Carburo del Cinca, empresa que además ha estado involucrada en varios casos de contaminación en los últimos años, es fundamental aplicar una sanción ejemplar», añaden. «Esta penalización debería considerar la reincidencia de la empresa, tener un carácter disuasorio y fomentar que la industria adopte soluciones definitivas para sus problemas de vertidos. «La situación se agrava al tratarse de un vertido en un espacio natural protegido, catalogado como Zona de Especial Conservación dentro de la Red Natura 2000», explican.
El vertido, detalla Ecologistas en Acción, ha contaminado el lecho de un brazo secundario del río Cinca, en una extensión de más de 100 metros, saturando el sustrato y causando severos daños al ecosistema. Las sustancias que contienen estos fangos, de aspecto similar al chapapote, proceden del vertido de aguas residuales de la industria. Contienen amonio, cianuros y nitratos, también cenizas de los procesos de filtración de contaminantes.
La acumulación de estas sustancias en un tramo del cauce durante un tiempo eleva la concentración de los mismos de forma que, si entraran en el cauce principal podrían provocar una elevada mortandad de peces y afectar al resto de seres vivos.
Cianuro
Para el compuesto más tóxico, el cianuro, Carburos del Cinca tiene autorizado un límite de vertido de 0,5 mg/l y un caudal de hasta 500 m3 diarios. Unos 250 gramos diarios de cianuros son introducidos en ese tramo de río, desconociéndose cuánto tiempo lleva la empresa vertiendo a este cauce sin caudales.
Los niveles letales para peces por cianuro se dan en bajas concentraciones. Entre los 0,1 y 1 mg/l se produce la muerte rápida al impedirse la respiración celular. Además el cianuro es tóxico para cualquier organismo acuático: invertebrados, crustáceos o plantas acuáticas, afectadas incluso en bajas concentraciones, por lo que su vertido es muy peligroso. Por estos motivos Ecologistas en Acción han recogido muestras y se está buscando un laboratorio adecuado para su análisis.