Ribagorza

Desde Capella directos al Redbull Autos Locos

Cuatro capellenses participaron el pasado domingo 2 de octubre en el Redbull Autos Locos en Madrid

El equipo Ruralteam junto con su vehículo Cosexatron. FOTO: Belén Baldellou.
Cristina Lanau Carpi Lanau Carpi
06 octubre 2022

Con el nombre de Ruralteam, Alejandro Salamero, Arnau Lloret, Miguel García y Rubén Puértolas, junto con su vehículo llamado “cosexatron”, son los cuatro jóvenes que participaron el pasado domingo 2 de octubre en el Redbull Autos Locos en Madrid.

Para aquellos que desconozcan el funcionamiento de esta prueba, consiste en construir tu propio vehículo y subirlo a lo más alto de una colina en concreto en Madrid. Una vez allí deben tirarse cuesta abajo por una carretera estrecha y sinuosa, con una serie de saltos y obstáculos, dejando que la gravedad haga su trabajo hasta que finalmente llegas a la meta.

Es una competición en la que participan equipos amateurs de todas partes de España. Como hemos explicado, el concepto es muy simple: los vehículos solo cuentan con la fuerza de la gravedad para avanzar, además de un poco de masa muscular. Tras el descenso, un jurado valora diferentes parámetros del equipo como la creatividad del coche o la del baile previo a la salida.

Este grupo de amigos no se lo pensaron dos veces y se apuntaron al concurso con el principal objetivo de pasarlo bien. Para conocer más sobre esta aventura, hablamos con uno de los componentes del equipo Ruralteam, Rubén Puértolas.

¿Cuándo y por qué se os ocurrió participar en el Redbull Autos Locos?

Desde pequeños, ya en el pueblo nos había gustado construir “trastos” con los que tirarnos por las bajadas y pasárnoslo bien. Desde hace también unos cuantos años que conocíamos la Redbull Autos Locos (o Redbull soapbox race a nivel internacional), y cuando vimos que este año se celebraba en Madrid, no nos lo pensamos dos veces y decidimos apuntarnos. Mandamos la solicitud y el proyecto unos meses antes de verano, y en junio nos confirmaron que estábamos dentro. Para ser sinceros, no contábamos con que nos iban a coger, lo mandamos “por probar”.

¿En qué consiste vuestro vehículo denominado Cosexatron?

Nuestro vehículo intenta replicar una cosechadora al 100%. Es decir, con todos los elementos exteriores como la tobera de la paja, la cortadora o peine delantero, las ruedas, el color verde tan característico de la marca John Deere…

¿Cómo fue el proceso de elaboración del vehículo y cuánto tiempo tardasteis en fabricarlo?

La elaboración del vehículo fue un proceso complejo, dado que por circunstancias personales y laborales, dos de los integrantes viven en Capella, un compañero en Zaragoza y yo, en Barcelona. Íbamos distribuyendo la faena que podíamos hacer a distancia, y cuando nos reencontrábamos en el pueblo los fines de semana, lo poníamos en común y avanzábamos quedando las horas necesarias. Debido a que nos costaba reencontrarnos, tardamos unos dos meses en elaborar el vehículo.

¿El vehículo tiene alguna característica técnica especial?

El vehículo tiene unas dimensiones considerables en comparación con los otros participantes de la carrera, sumando 1,60m de ancho en total y un peso de 80kg. Está basado en la plataforma de un kart, al que le hemos diseñado y fabricado unos adaptadores para colocar ruedas de coche antiguo detrás y unas de carretilla delante, de manera que el vehículo quede más elevado que un kart de serie y así poder pasar sin problema los saltos y badenes que la competición coloca.

¿Fue un proceso difícil?

Fue un proceso bastante complicado. En nuestro caso, teníamos el problema de que al ser un vehículo grande, la limitación de peso por normativa (que era de 80kg) nos iba demasiado ajustada. Eso hacía que no pudiésemos reforzar las ruedas todo lo que nos gustaría, y nos causó bastantes dolores de cabeza hasta que encontramos una solución buena.

¿Por qué escogisteis como temática del vehículo la agricultura?

Al final, todos venimos de Capella, un pueblo de apenas 200 habitantes en el que el motor económico principal es la agricultura. Teníamos claro que el vehículo tenía que representar nuestros orígenes y nuestra tierra, y de ahí que al final optamos por realizar una cosechadora.

¿Cómo transportasteis el vehículo hasta Madrid?

Por suerte, la gente y empresas del pueblo se volcaron bastante y nos ayudaron en todo lo que pudieron. En el caso del transporte, contamos con la ayuda de Carlos de iCars Barcelona, que tiene mucha relación con el pueblo y nos cedió un furgón con las medidas necesarias para transportar el vehículo hasta Madrid.

¿Qué tal fue la carrera? ¿Conseguisteis llegar al final?

Al final nuestro objetivo no era ganar, sino que sonase el pitido, lanzarnos y pasarnoslo bien. Es por eso que, a pesar de haber conseguido un tiempo 3 veces más lento que el primero, para nosotros fue todo un éxito el hecho de haber sido participantes de la carrera y llevarnos el recuerdo. Aun así, a pesar de que tuvimos distintos percances durante la bajada (como muchísimos equipos, dado que al final, la organización busca espectáculo), conseguimos llegar a meta con el vehículo.

Uno de los aspectos que se premiaba era la creatividad del baile previo y la escenografía, ¿qué baile y escenografía decidisteis hacer para este momento previo a la carrera?

Teníamos claro que el baile no es nuestra especialidad, ni tampoco teníamos tiempo para hacer algo muy elaborado. Al final optamos por hacer reír. El que conducía la cosechadora se vistió de granjero/agricultor y, los demás, de espiga de trigo. Aparecimos las espigas inmóviles hasta que desde detrás, apareció el agricultor intentándonos coger corriendo detrás de nosotros. Como se vio incapaz de cogernos a todos “manualmente”, se subió a la cosechadora y comenzó la bajada.

¿Alguna anécdota graciosa o inolvidable de este viaje?

Lo que nos llevamos de este viaje y aventura es el gran compañerismo entre todos los equipos. Tampoco puedo quedarme con una única cosa graciosa, dado que al final, solo con ver videos del evento te das cuenta que si estás allí, no puedes dejar de reír con cada coche que baja. Como nota para posibles futuros participantes, llevad chiretas (típicas de la zona, pero totalmente desconocidas en la capital), longaniza de Graus y porrones de vino, da bastantes puntos extra…

Ruralteam con los porrones y la chireta. FOTO: Noemí Puértolas.

¿Repetiríais la experiencia?

Sin ninguna duda. Repetiríamos esta experiencia las veces que hagan falta. Es una experiencia inolvidable y ver a toda la gente que se concentra para ver el evento animándote, no tiene precio.

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