Me atrevería a decir que casi todos los barbastrenses conocen al mantenedor de las fiestas de Barbastro de este año, Edgar Abarca Lachén. Uno de los motivos principales reside en que es farmacéutico en la Farmacia Lachén, fundada en 1976 por Sussi Lachén, su madre.

Pero el currículum de Abarca no se queda aquí. Ejerce como profesor en la Universidad de San Jorge, donde también dirige el Máster en Formulación de Medicamentos Individualizados y Farmacoterapia Aplicada y coordina el Programa de Aseguramiento de la Calidad del Medicamento Individualizado (PACMI). A su vez, ostenta el cargo de vicepresidente de Formación e Investigación de la Sociedad Española del Medicamento Individualizado (LASEMI). También es coautor de 50 artículos científicos y ha coordinado y dirigido 40 cursos y 55 proyectos en ámbitos de grado y máster.

Por otro lado, participa desde hace años en proyectos de cooperación internacional en zonas con escasez de medicamentos, primero en Etiopía y ahora en Senegal con la Fundación San Juan de Dios. Y un largo etcétera más. 

¿Qué significa ser mantenedor de las fiestas?

Precisamente lo primero que hice al enterarme de la noticia fue buscar esta misma pregunta en internet porque tampoco lo sabía. Se trata de una persona vinculada a la ciudad que tenga una trayectoria profesional relativamente destacable y unida a la ciudad. 

¿Qué supone para usted ostentar este cargo?

En un primer momento supuso una gran sorpresa y un poco de miedo. Pero luego me pareció un gran honor y una gran alegría porque no deja de ser un reconocimiento personal. Considero que no busco reconocimiento alguno, pero siempre ilusiona mucho recibir una noticia así. Por otro lado, también noté una carga de responsabilidad porque no deja de ser una figura a la que debes estar a la altura.

Últimamente los mantenedores residían fuera de Barbastro. ¿Por qué este año usted, siendo que vive y trabaja aquí?

La respuesta la tiene el Ayuntamiento, pero considero que debemos mirar hacia dentro. Aunque eso no quita que la relación de mantenedores que ha habido a lo largo de los años se han tratado de personas muy relacionadas con Barbastro y con trayectorias profesionales relevantes. Un hecho que aún me genera más responsabilidad porque yo no me considero nada del otro mundo. Pero creo que debemos empezar a pensar en las personas de la ciudad que viven aquí. No solo desde fuera se pueden hacer cosas importantes, también desde sitios pequeños se puede. Barbastro tiene unas infraestructuras más que suficientes para hacer prácticamente de todo. Creo que eso es lo que se ha valorado, que los perfiles profesionales de los que vivimos aquí también pueden ser muy valorables y dignos. 

Por otro lado, me hace especial ilusión que se valore la figura del farmacéutico o boticario de calle. Eso para mí es de agradecer porque en la designación de mantenedor en mi persona se hace un pequeño reconocimiento a todos esos boticarios de calle que en el día a día estamos trabajando y encarnamos el profesional sanitario al que la sociedad primero acude cuando tiene un problema de salud porque somos los más accesibles.

¿En qué centró su discurso del acto de presentación?

Barbastro se lo tiene que creer más. Siempre miramos lejos cuando hablamos de grandes cosas, cuando desde dentro también podemos formar parte de ellas. No todo se centraliza en las grandes ciudades. 

Intenté que en el mensaje que quise transmitir, se viera reflejada la ciudadanía de Barbastro. No solo hablar sobre mi profesión, aunque sea el motivo por el que principalmente me hayan otorgado el título, pero quise que prevaleciera la parte humana. En el hecho de que al terminar algunos de los presentes me abrazaran emocionados porque se sintieron reflejados en mis palabras. 

Estas fiestas nos encontramos en la calle, ¿verdad? 

Me ha comentado el alcalde que intentarán espaciarme los actos, pero si creen que mi presencia puede aportar algo, que cuenten conmigo.