Este viernes 3 de febrero ha comenzado el derribo del antiguo colegio Pedro I. Unas obras de demolición que se prolongarán en torno a dos meses. La máquina ha comenzado a trabajar en los edificios anexos al colegio. Mientras, en el interior, algunos operarios están retirando elementos como los radiadores, de modo que en los escombros quede solo ladrillos.

Tal y como explicaba hace unos días el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Barbastro, Lorenzo Borruel, la demolición se retrasaba unos días respecto al anunciado mes de enero. Y es que antes de comenzar el derribo, la Unión Temporal de Empresas (UTE) encargada de la obra debía acometer trabajos previos.

Entre ellos, retirar los bajantes de agua o desmontar los cableados de electricidad y telecomunicaciones. De hecho, el derribo ha comenzado por los edificios anexos, cuyas bajantes de agua eran de metal. Las del edificio principal, de amianto, necesitan un tratamiento específico, ya que se trata de un material muy contaminante.

Sobre los cableados, en el patio del colegio se han levantado unas zapatas de medio metro en la que se colocarán unos postes para trasladar los trenzados de cable y tener luz en la obra.

En la calle Madrid, se han colocado unas vallas, marcando un perímetro de seguridad ante el inicio de las obras.

Tras el derribo del Pedro I

Después de los trabajos de derribo del colegio Pedro I, comenzarán las obras para levantar el edificio del nuevo centro de salud de Barbastro. El plazo previsto para ello es de 15 meses. A continuación, habrá un mes para trasladar las consultas del actual ambulatorio al nuevo, para emprender después la remodelación del edificio antiguo.

El Gobierno de Aragón adjudicó las obras de este nuevo centro de salud el pasado mes de noviembre. Se encarga la UTE Barbastro Rubiomorte-Orbe-Incliza, con un contrato que asciende a 8.394.131’92 euros con impuestos . El plazo de ejecución de toda la obra es de 24 meses.