Carmén Castán premiada por difundir el patués. Esta vecina de Gabás maestra de patués en el CRA Alta Ribagorza y el IES Castejon de Sos ha recibido el premio Chuana Coscujuela. Significa el máximo galardón que otorga el Gobierno de Aragón a la difusión de las lenguas de Aragón. El director general de Política Lingüística del Gobierno de Aragón, José Ignacio López Susín, ha entregado el obsequio a una emocionada Carmeta. Además, «Carmeta» como la han nombrado cariñosamente sus alumnos, es escritora. Durante el evento, se ha presentado su último trabajo literario, una obra escolar titulada La Vall de Benás máchica y misteriosa.
Isaac Carmona, consejero de Turismo y Medio Ambiente de la Comarca de Ribagorza ha asistido a la entrega. «Un premio más que merecido por su entusiasmo y labor en la difusión del patués, la lengua del Valle de Benasque, con su obra literaria y desde su enseñanza», ha declarado. Asimismo, significó el valor de las lenguas como elemento de cohesión y riqueza cultural «con Ribagorza como excelente ejemplo».
El homenaje contó con un numeroso público y la representación de los alcaldes de Benasque, José Ignacio Abadías, Sahún, José Luis Rufat; Seira, Daniel Larramona, y Bisaurri, María Pilar Saludes.
Carmen Castán
Carmen Castán Saura es además miembro del Consejo del Habla Aragonesa (Consello d’a Fabla Aragonesa).
Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Zaragoza, ha escrito varios artículos, como Una experiencia didáctica: la enseñanza del patués para adultos. Breve recorrido por el patués escrito (1996), Siete cuentos benasqueses: un mundo mágico y ancestral (1998) y Chen que charra l’aragonés benasqués en Benás en 1997 (1998).
Como escritora en prosa, Castán es autora de las novelas La descordada bida de Sinforosa Sastre y Cuan l’odio esbatega pe’l aire. Por las cuales obtuvo sendos Premios Arnal Cavero en 1997 y 2003.12 Además, ha escrito otras obras literarias cortas como L’aigua roya, La uló de la eschelagra, El sielo ye coma la musica (Premio Bila de Benás en 2000) y El sueño de las tres llunas, La coba interior y El espiello, estas últimas tres Premio Lo Grau en 1989, 1990 y en 1997.
En sus historias trata de preservar el idioma de la zona y las historias tradicionales locales, así como las antiguas costumbres de los lugareños.