Ribagorza

Bono recuerda el 60 aniversario de la riada

El sábado 5 de agosto diversos actos recordarán este hecho que arrasó buena parte de las casas, pajares y tierras de labranza

Bono
Cartel de la jornada que tendrá lugar en Bono el 5 de agosto. S.E.
Lola Gª Casanova
01 agosto 2023

Bono recuerda el 60 aniversario de la riada. En la noche del 3 al 4 de agosto de 1963 se desbordó el Barranco de la Montaña arrasando una gran parte de las casas del pueblo, sus pajares y tierras de labranza de esta localidad de la Ribagorza. El hecho mereció titulares como los del periódico La Nueva España «Bono engullido por las aguas». Por ejemplo, esta crecida inusual de los cauces también se llevó por delante el puente románico de Obarra. En Bono no hubo víctimas, pero el hecho provocó una herida en el pueblo de la cual no se recuperó. «Con toda seguridad, se hubiera despoblado, pero la riada aceleró la migración de muchos vecinos» asegura Moisés Porté, uno de los organizadores de la jornada.

Programa

Para rememorar la riada de Bono, más de 60 personas se van reunir en Bono el sábado 5 de agosto. El programa de actos dará inicio con una misa en la iglesia de Sant Pere a las 17 horas. A continuación, el historiador Joan Ramón Piqué, gran conocedor de la historia del valle de Barrabés. Para finalizar el encuentro, se prevé una cena y un baile con el grupo Ribatònics.

Explica Porté a El Cruzado que cuando hace una década se cumplieron 50 años del suceso ya les hubiera gustado conmemorarlo de alguna forma y al llegar los 60 años, no han querido dejarlo pasar. Al encuentro acudirán algunos de los antiguos vecinos que vivieron esa aciaga noche.

La riada de Bono

El Barranco de la Montaña de Bono se desbordó de manera excepcional. Antonio García Porté, natural de la localidad y residente en Barbastro, recuerda: «Nunca durante mi infancia se habló de algo similar en Bono. Nadie recordaba nada igual. Fue una animalada nunca vista». Él, junto a su hermano Ramón, estuvieron aquella noche trabajando en la central eléctrica de Senet. En esa instalación también se refugiaron unos franceses ante la intensidad de la lluvia. Cuando amaneció «no podíamos cruzar el barranco para llegar a Bono. La carretera quedó borrada y tuvimos que marchar a Aneto donde permanecimos dos días, sin noticias, sin saber nada, hasta que pudimos salvar el barranco gracias a un árbol que se cayó». La tromba de agua respetó Casa Rosarín, la escuela vieja y la zona este, aquí se encuentra Casa Sastre. También Casa Carlá, sin embargo, el agua afectó a su era y sus corrales. Las otras casas sufrieron la riada: Casa Giró desapareció ante el empuje del agua. De Casa Riu se llevó una pared quedando las habitaciones a la vista. Casa La Mola, ubicada en el mismo centro del casco urbano, se salvó. Además, hay que sumar los cuantiosísimos daños en los pajares, huertos y tierras de labranza.

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