Benasque acogió una jornada para prevenir adicciones. El Palacio de los Condes de Ribagorza fue el escenario del encuentro ‘Montañas de Salud’. Se trataba de la quinta edición de las Jornadas de Prevención de Adicciones. El tratamiento del bienestar emocional y la capacidad para comunicar los problemas fueron, en esta ocasión, el hilo conductor. Estas jornadas formativas invitaban a la reflexión y concluyeron con el refuerzo de la necesidad de incentivar la salud emocional como método de anticipación a la caída en adicciones. El programa incluyó dos charlas impartidas por el Centro de Solidaridad de Huesca y la Asociación AFDA, además de un taller práctico realizado por Aviva Iniciativas.
Marcel Iglesias, presidente de la Comarca de Ribagorza, resaltó el valor que, como solución, supone “anticiparse al problema”. Incidiendo en el acompañamiento emocional a los jóvenes, potenciando aspectos que se abordaron durante la jornada como “el apoyo en los otros”. Aquí se sitúan la capacidad para comunicarnos, el aislamiento, la rumia, la preocupación, la ansiedad o la depresión.
En la presentación del acto intervinieron el alcalde de Benasque, José Ignacio Abadías, que agradeció “el impacto del trabajo que realizan las asociaciones para enfrentarse a un mal que afecta a toda la sociedad”. Además de Eloy Torres, Director provincial del Instituto Aragonés de Servicios Sociales. Y la presidenta de la Asociación de Familias contra las Drogas del Valle de Benasque, precursora del Plan Comarcal de Prevención, Rosa González de Garay. Precisamente, antes del inicio de las charlas, se renovó el convenio de colaboración entre esta asociación y la Comarca de Ribagorza.
El programa de la jornada para prevenir adicciones
Jara Martínez y Noel Torrijos explicaron los proyectos de prevención e intervención, centrados en los jóvenes, que desarrolla el Centro de Solidaridad de Huesca. Desde el pasado mes de septiembre, esta entidad ha creado un programa de espacios de escucha y desarrollo psicoemocional. Han atendido a 70 adolescentes. Esta iniciativa aborda las carencias emocionales y de salud mental en grupos en los propios centros educativos, acción sociocomunitaria en comarcas rurales como Monegros y Alto Gállego.
Los ponentes indicaron el peligroso efecto de ocultación de las redes sociales. “Nos hemos encontrado que hay chicos enganchados quince horas al móvil”, añadió Jara Martínez. Por tanto, resulta esencial el desarrollo de un proceso progresivo de apertura para “acoger y acompañar y cuando ven que pueden contar contigo, es entonces cuando puedes empezar a cambiar las cosas. A neutralizar el problema real que lleva a estos comportamientos adictivos”, resaltó Noel Torrijos, psicólogo responsable del proyecto de prevención del suicidio.
Tras una breve pausa, Goretti Fañanás, psicóloga sanitaria de la Asociación AFDA, ahondó en conductas que afectan a nuestra estabilidad emocional. Y señalando la incidencia de la rumia, proceso en el que se produce una cadena de pensamientos excesivos, negativos y repetitivos sobre preocupaciones. “Es una característica de los humanos. Nos preocupamos por las cosas. Las piedras no lo hacen. Pero hay que saber preocuparse, para identificar las situaciones que estamos atravesando en nuestra vida y cómo nos afectan”, relató Goretti Fañanás.
En una didáctica charla, la psicóloga identificó los procesos que edifican la rumia, desde el comienzo de alerta a la simulación de soluciones, “dibujando círculos en los que nos encerramos, nos comemos la cabeza con preocupaciones que no están fuera, sino en nuestro interior, aunque para nosotros son importantes, porque afectan a nuestra vida, por lo que la manera de la que sepamos manejarnos vamos a sentirnos de una u otra manera”.
Tras la pausa del mediodía, por la tarde, se cerraron las jornadas con una parte práctica conducida por Maite Buil, de Aviva Iniciativas. Hubo un taller “sobre comunicación no violenta y comunicación consciente, una herramienta muy potente para expresarnos”. La dinámica consistió en una serie de ejercicios y juegos grupales para potenciar la capacidad de escucha activa y de expresión de experiencias y sentimientos que repercuten de forma positiva en nuestras relaciones sociales y nuestro bienestar personal.