Hace unos días se entregaban las 29 becas de la convocatoria XXXI de la Fundación Joaquín Torres para jóvenes estudiantes de Mequinenza. La sala Goya acogió el acto de entrega, que corresponde al año 2024. En total, estos 29 jóvenes de Mequinenza reciben 17.400 euros. Seis de los becados ya han finalizado sus estudios.
El objetivo de esta XXXI convocatoria de becas de la Fundación Joaquín Torres pasa por contribuir a paliar los gastos de los estudios universitarios y fomentar el acceso a la educación como herramienta esencial para el desarrollo personal y colectivo. Torres fue un mequinenzano que hizo fortuna en Latinoamérica en el mundo editorial y quiso devolver a su localidad natal parte de lo que la vida le había dado.
El acalde de Mequinenza y presidente de la Fundación, Antonio Sanjuán, reivindicó la figura de Joaquín Torres. Lo tildó de ejemplo de visión y generosidad. «Estas becas no solo representan un apoyo económico, sino también un compromiso con la educación como motor de cambio social. El esfuerzo que demostráis hoy es el mejor homenaje al legado de Joaquín Torres», subrayó.
Sanjuán también alabó el papel fundamental de las familias en el éxito de los estudiantes. «Esta beca es un reconocimiento pero también tiene que ser un estímulo para continuar», les animó.
Los jóvenes con becas en esta XXXI convocatoria de la Fundación Joaquín Torres
Los jóvenes que obtuvieron becas en esta XXXI convocatoria de la Fundación agradecieron el gesto de Joaquín Torres. «Nos ha echado una mano en nuestra formación sin conocernos confiando en nuestro futuro», expresaron. También alabaron la labor de la fundación y el apoyo incondicional de sus familias.
Compartieron el punto en el que se encuentran en sus estudios y sus planes de futuro a las puertas de su incorporación al mercado laboral. En el anecdotario de las intervenciones uno vía audio de WhatsApp de una de las becadas, que no asistió al acto por motivos laborales, dando instrucciones a su padre del agradecimiento que debía dar en su nombre.
Desde su creación, la Fundación ha otorgado más de 790 becas, con una inversión cercana al millón de euros. Cada una de las becas entregadas este año tiene un valor de 600 euros, cifra que ha disminuido en los últimos años debido a diversos factores, como los efectos económicos de la pandemia y las guerras que han afectado al rendimiento económico de los fondos de los que se nutren las becas. Un descenso en el importe de las becas concedidas que se compensó en ediciones anteriores con aportaciones del Ayuntamiento y de empresas locales pero que tiene causas más profundas referidas al estricto cumplimiento de los estatutos que la rigen y a la rigurosa normativa vigente que regula el funcionamiento de las fundaciones. El presidente de la entidad adelantó que la Fundación está trabajando, junto al Protectorado de Fundaciones del Gobierno de Aragón, para corregir la situación y asegurar la sostenibilidad de las ayudas en el futuro “para que vuelvan a estar a la altura del esfuerzo de nuestros estudiantes».