Deportes

Barbastro y Tarbes se reúnen para visitar el Pirineo aragonés

La jornada se fragmentó en una salida el sábado y otra el domingo

Ambos clubes vivieron una jornada de hermanamiento, como viene siendo tradición. Fotografía: MAB
El Cruzado
26 mayo 2025

Montañeros de Aragón de Barbastro, junto con sus homólogos de Tarbes, participaron en un nuevo encuentro de hermanamiento entre ambos clubes de montaña, consolidando así una tradición de convivencia transpirenaica que se mantiene viva desde hace años.

La jornada del sábado se desarrolló en el Valle de Barrosa, en el Pirineo aragonés, donde los participantes iniciaron una ruta a pie desde primera hora de la mañana. A lo largo del recorrido, se establecieron intercambios personales entre los distintos grupos, mientras se avanzaba por senderos con vistas a cumbres que alcanzan los tres mil metros. Destacó la presencia de nieve primaveral en las cimas, especialmente en el pico Robiñera. Durante la marcha también se pudieron observar sarrios en las zonas próximas a los neveros, algunos de los cuales fueron identificados como restos de avalanchas del invierno.

Uno de los momentos centrales del día fue la comida conjunta celebrada en una cabaña de pastores situada en mitad del valle. Los montañeros compartieron alimentos preparados de forma artesanal, en una tradición ya habitual impulsada por los miembros franceses del grupo. Al finalizar la jornada, el grupo regresó a Bielsa, donde tras instalarse en el alojamiento, continuaron las conversaciones y la jornada culminó con una cena colectiva.

Jornada de domingo

El domingo 18 de mayo, la actividad se trasladó a Espierba, desde donde se emprendió la ascensión al monte El Cuezo, de 2040 metros de altitud. El recorrido, con un desnivel acumulado de más de 700 metros, discurrió por un bosque que ofreció sombra y temperaturas moderadas, facilitando el avance del grupo. Desde la cima, se pudo contemplar una vista panorámica del Monte Perdido y de otros picos de más de tres mil metros. También se distinguió a lo lejos el macizo de Cotiella.

Tras el descenso, el grupo celebró una comida final acompañada de canciones y palabras de despedida. El encuentro, anunciado previamente en la sección de senderismo, concluyó con el deseo compartido de repetir la experiencia en seis meses, esta vez en el entorno de Luchón.

Suscríbete aquí a nuestra nueva newsletter

Más en Deportes