La «normalidad» regresa también a la Semana Santa de Alcolea de Cinca. En este pueblo de poco más de mil habitantes, la cita se celebra con hasta nueve pasos. Todos ellos se llevan a hombros, ninguno tiene ruedas. «Para este año estamos preparándolo todo con la misma costumbre que antes. Hemos hablado con el Ayuntamiento y nos han dicho que todo abierto como siempre. Ya estamos limpiando los pasos para el Domingo de Ramos», indica José Antonio Bamala, de la Cofradía del Santo Cristo de los Milagros de la localidad bajocinqueña.
La Burriquilla, Jesús en el huerto, el Nazareno, el Cirineo, el Santo Cristo, Jesús en la Cruz con las Magdalenas, La Piedad, El Sepulcro y la Virgen de los Dolores, esta última no sale, son los pasos con los que cuenta la Semana Santa de Alcolea de Cinca. Nada que envidiar, según Bamala, a otras celebraciones de la provincia. «Presumimos mucho de nuestra Semana Santa. Si quitas la de Barbastro que es muy elegante, diría que es la segunda o la tercera más bonita y que más se vive, no tenemos nada que envidiar. Para un pueblo como el nuestro está muy bien», reconoce.
Las raíces del Santo Cristo de los Milagros en Alcolea son muy fuertes. «Es menester vivirlo y conocerlo. Si vieras el Viernes Santo cómo está el pueblo, es increíble. Se te ponen los pelos como escarpias. Aquél día, la iglesia, que dicen que es tan grande como la Catedral de Huesca, no cabe un alfiler. Se llena. Y eso es muy difícil hacerlo en un pueblo como Alcolea y más en los tiempos que corren», señala Bamala.
33 como la edad de Cristo
La cofradía del Santo Cristo de los Milagros es la mayoritaria en Alcolea. La que más tradición tiene. «Tenemos siempre 33 hermanos porque es la edad con la que murió Cristo. Cuando uno se jubila, se da la opción de que alguien de casa o un joven de la familia recoja el testigo. En caso de que no tengan, tenemos una larga lista de voluntarios dispuestos a entrar», explica.
«No tenemos nada que envidiar a la Semana Santa de Barbastro. Para ser un pueblo de mil cien habitantes está muy bien organizado»
José Antonio BamalaCofradía del Santo Cristo de los Milagros de Alcolea
Para Bamala es un «orgullo enorme» poder orgnizar cada año la Semana Santa en Alcolea de Cinca aunque «cuesta mucho sacrificio y se debe tener compromiso». «Este año veo a muchas personas animadas. Es buena señal porque ya teníamos ganas de volver a hacer lo de siempre. Ahora toca que el tiempo acompañe», añade. Las procesiones suelen durar en torno a una hora y cuarto y participa casi todo el pueblo. «Los vecinos que no están en el paso ayudando están en los balcones viéndolo», concluye.
