Este sábado 13 de diciembre 2025, Aínsa revive el Punchacubas, la feria del vino artesano. La plaza Mayor de la la localidad acoge la programación de una cita que suma ya más de 15 años recordando el oficio de vinatero.
La edición 2025 de Punchacubas arranca a las 17 horas del sábado, con el encendido de la hoguera. Media hora más tarde dará inicio la cata de los participantes. Se espera que sean una treintena los que opten a los premios. Hasta las 21 horas, el público podrá probar los diferentes vinos artesanos que se presenten y, a las 21’30 horas, entrega de premios.
Esta feria del vino artesano da protagonismo a las prensas que se encuentran en los porches de la plaza. Durante la celebración del Punchacubas 2025 se hace una demostración de cómo se empleaban, recordando a los asistentes la relevancia que la producción del vino tuvo en el territorio hasta mediados del siglo XX. Además de Aínsa, Camporrotuno, Arro, Banastón o Abizanda son algunos de los pueblos que vieron desaparecer una actividad económica fundamental para buena parte de sus habitantes. No obstante, aficionados del entorno mantienen su elaboración para consumo propio. Profesionalmente, Casa Moliniás, en La Fueva, es el único vino de Sobrarbe que se encuentra bajo el sello Vignerons de Huesca.
También se cuenta la incipiente trayectoria de Coscojuela de Sobrarbe, donde se ubica una bodega regentada por Jorge Olivera. Se ha instalado en el pueblo natal de su madre, donde tiene tiene una pequeña bodega semisubterránea para garantizar las buenas condiciones de humedad y temperatura en la crianza de los vinos. La concejal de participación ciudadana y responsable de la feria de Aínsa, Susana Pérez, subraya su labor. «Ahí trabaja 7 hectáreas de viñedos en ecológico con prácticas biodinámicas, manteniendo cubiertas vegetales permanentes en todos los viñedos en producción. Este año, como novedad, cada uno de los premiados recibirá una botella de vino de Jorge Olivera», añade.
Punchacubas 2025, al calor de la hoguera
Así pues, la fiesta del Punchacubas 2025 regresa a Aínsa para celebrar la antesala del invierno al calor de la hoguera. La concejal Pérez destaca que se trata de «un encuentro que nos devuelve a las costumbres de antaño y que nos da la oportunidad de disfrutar con vecinos y visitantes de un acontecimiento que sale adelante gracias a la ayuda de los voluntarios y voluntarias del pueblo y a la participación de los productores locales, nuestro gran valor».
Las casas sobrarbenses dedicadas a la vendimia solían dar a probar el resultado a los vecinos, generándose el ambiente de fraternidad que se rescata con esta feria de más reciente creación, siendo su ideólogo el fallecido y siempre recordado José Antonio Murillo. La organización cuenta con la colaboración de la Asociación de Vinateros de Sobrarbe, la Asociación de Mujeres El Eco y más de una veintena de voluntarios y voluntarias.
Jarro de Honor para el más experimentado vinatero comarcal
El Punchacubas 2025 se desarrolla durante la tarde del sábado con diferentes hitos. Entre ellos la entrega del Jarro de Honor con el que la organización reconoce el trabajo del más experimentado vinatero comarcal. El año pasado recayó en Amadeo Monedero, vecino del casco antiguo de Aínsa. La entrega será a las 20 horas y estará amenizada por los chistabinos Es Mosicos d’el País. A las 20’30 horas se ofrecerá una degustación de comida tradicional de Sobrarbe. También se podrán adquirir productos de carnicerías de la zona para preparar a la brasa, mientras se vota por los vinos favoritos.
El año pasado participaron veinte vinateros de la comarca de Sobrarbe. Los asistentes probaron producciones procedentes de Guaso, Coscojuela, Aínsa, Banastón, Mediano, Camporrotuno y Solipueyo. También se contó con un vino francés procedente de Burdeos, habitual desde hace algunos años. Los ganadores fueron Jesús Buil, José Antonio Sánchez y Joaquín Buetas. «En el Punchacubas se respira la esencia de los encuentros de invierno, tanto de las navidades como de las hogueras que se sucederán en las semanas de enero», explica Susana Pérez. Y concluye: «Esperamos que el éxito de ediciones pasadas se revalide nuevamente en torno al fuego, los recuerdos y las tradiciones que dan sentido a nuestra historia».






