El barbastrense José Masgrau, que presidió el club Montañeros de Aragón de Barbastro durante 32 años, recibió la Insignia de Oro del club por su labor en la cena montañera que tuvo lugar el pasado sábado. Repasamos su dilatada trayectoria.
Tras 32 años al frente de Montañeros de Aragón de Barbastro, ¿cuál considera que ha sido su mayor logro personal y del club durante este tiempo?
Durante estos 32 años, el club ha crecido notablemente, incorporando una gran masa social y desarrollando múltiples secciones deportivas con estabilidad y crecimiento sostenido. Hemos alcanzado casi todas las disciplinas de montaña y hemos consolidado relaciones sólidas con la Federación Nacional y la Federación Aragonesa. Entre los logros destacan la organización de eventos de gran envergadura, como el Campamento Nacional de Bielsa en 2014, la Marcha Nacional de Montaña de los Veteranos en 2006, y el Campeonato del Mundo de Esquí de Montaña en CERED en 2005. Además, el congreso de medicina y rescate de montaña de 1995 marcó un hito en la medicalización de los rescates en Aragón, sentando las bases para que los helicópteros de la Guardia Civil contaran con médicos y sanitarios en sus operaciones. Todos estos proyectos implicaron la participación activa del club y dejaron una huella de orgullo y pertenencia entre sus miembros.
¿Hay algún momento o proyecto en su presidencia que recuerde con especial orgullo o emoción
Existen varios recuerdos muy emotivos, como la cena en la que recibí la insignia de oro del club, donde familiares y amigos compartieron ese momento. Otro momento destacado incluye la re-entronización de la Virgen del Pilar en 2013, recuperando la imagen de bronce dañada y organizando la ascensión al pico de Aneto para su reposición. También guardo un recuerdo especial de los encuentros con los amigos franceses de Tarbes desde 2008, que han fortalecido una relación internacional de amistad y convivencia a través de excursiones conjuntas en el Pirineo.
Al recibir la Insignia de Oro del club, ¿qué sensaciones le recorrieron al ver reconocido su trabajo de toda una vida?
Recibir la insignia de oro provocó una profunda emoción y gratitud. Durante la entrega, recordar todos los momentos vividos y a los compañeros que acompañaron el club a lo largo de los años llenó el ambiente de afecto. Ver a la gente ponerse en pie y recibir aplausos, además de compartir la mesa con familiares y amigos de larga trayectoria en el club, reforzó la sensación de haber contribuido de manera significativa a la comunidad montañera.
Durante estas más de tres décadas, ¿qué cambios ha visto en la práctica del montañismo y en la relación de la sociedad con la naturaleza?
El montañismo ha evolucionado enormemente, tanto en materiales y vestimenta como en disciplinas. La competición ha adquirido un papel central, con carreras de montaña y esquí de montaña que atraen turismo y dinamizan nuestros valles. La profesionalización de las competiciones y la seguridad en las actividades han transformado la forma en que se vive la montaña, creando oportunidades para el desarrollo económico y deportivo en la región.
¿Cuál fue el mayor desafío que enfrentó como presidente y cómo lo superó?
Entre los desafíos más significativos se incluyen la organización de expediciones de alta montaña, como la primera al Nanga Parbat, y la implementación del primer congreso de medicina de montaña en Barbastro. Cada proyecto requería coordinación, respaldo de la junta directiva y apoyo de expertos, logrando superar obstáculos logísticos, económicos y de seguridad. La innovación constante del club permitió afrontar retos pioneros, como la primera contrarreloj individual de esquí de montaña en España o la creación de programas de senderismo infantil desde 1993.
Tras ceder la presidencia a Ixeia Lacau, ¿qué consejo le dio para encarar esta nueva etapa del club?
Mi consejo se centró en mantener el equilibrio entre experiencia y renovación. Ixeia ha sabido combinar caras nuevas con miembros veteranos, generando un equipo intergeneracional que mantiene el dinamismo del club y garantiza la continuidad de sus proyectos deportivos. Le transmití mi disposición para colaborar en lo que necesite y acompañarla en esta nueva etapa.
¿Cómo describiría la evolución del Montañeros de Aragón de Barbastro en términos de comunidad y cultura deportiva durante su mandato?
El club ha consolidado una cultura de participación, innovación y compañerismo. Las actividades abarcan todas las disciplinas de montaña, fomentando la interacción entre generaciones y fortaleciendo vínculos tanto a nivel local como internacional, con intercambios y excursiones con clubes franceses y de otras regiones. Esta evolución refleja un equilibrio entre tradición, excelencia deportiva y dinamismo social.
¿Hay alguna anécdota divertida, inesperada o emocionante que recuerde de alguna excursión o actividad del club?
Recuerdo con emoción las travesías complejas, las expediciones internacionales y los encuentros con amigos de Francia. La ascensión al pico de Aneto con la imagen reparada de la Virgen del Pilar constituyó un momento emotivo, al igual que las competiciones pioneras de esquí de montaña. Estos recuerdos resaltan el espíritu de aventura, camaradería y superación del club.
Ahora que deja la presidencia, ¿qué papel seguirá desempeñando dentro del club o en el mundo del montañismo?
Continuaré vinculado al club de manera activa pero en un segundo plano, apoyando a la presidencia y participando en encuentros y salidas ocasionales. Mantengo contacto con la junta directiva y con amigos de largo recorrido en el montañismo, pero sin asumir responsabilidades formales, disfrutando la montaña con familia y amigos sin la carga de la gestión.
Mirando hacia el futuro, ¿qué sueños o metas le gustaría ver realizados en el club Montañeros de Aragón en los próximos años?
Me gustaría que el club culminara la publicación del libro del 75 aniversario y que lograra organizar una prueba internacional de esquí de montaña, replicando la experiencia de 2005. Deseo que la innovación, la participación intergeneracional y el dinamismo en las actividades continúen fortaleciendo el club, manteniendo viva la tradición y proyectando el Montañeros de Aragón como referente del montañismo en la región.
Mensaje final a los amigos y compañeros que le han acompañado durante estos 32 años:
Expreso mi profundo agradecimiento por la amistad, la lealtad y el compañerismo compartido. La dedicación de mi familia, especialmente de mi esposa, y de personas clave en la junta directiva hizo posible sostener tantos años de actividad. Los recuerdos de convivencia, diversión y logros deportivos representan momentos de felicidad que permanecerán para siempre en mi memoria.







