Somontano

La Comarca de Somontano lucha contra los incendios desde la prevención

De la mano de más de 30 agricultores y ganaderos, buscan prevenir posibles incendios a través del pastoreo preventivo, la limpieza de huertos perimetrales y los Olivares Vivos  

El técnico de SEO Birdlife, Pablo Oliván, junto a la consejera comarcal Pilar Lleyda y un ganadero en Estadilla. Foto: S.E.
Cristina Lanau Carpi Lanau Carpi
10 noviembre 2025

Pablo Oliván, técnico de SEO Birdlife ha aumentado en los últimos meses sus visitas al Somontano. El motivo: controlar los avances del Proyecto de protección del paisaje: olivares vivos, huertos perimetrales y pastoreo preventivo. Unas acciones que se desarrollan en el marco del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino Saborea Guara Somontano. De la mano de SEO Birdlife, se han seleccionado más de medio centenar de parcelas en las que se implementarán varias iniciativas. Todo con un mismo objetivo: proteger el paisaje y su biodiversidad al tiempo que se aprovechan de forma más óptima sus recursos.

Pilar Lleyda, consejera comarcal de Turismo, explica cómo llegaron a desarrollar este proyecto. Dentro del Plan de Sostenibilidad Turística, una parte se refiere a conservar el entorno natural del territorio. «Hace tres o cuatro años tuvimos una experiencia con ‘ovejas-bombero’ en Estadilla. Y en nuestro plan incluimos la posibilidad de utilizar animales para su desarrollo. Así que, dándole vueltas con SEO Birdlife y la gerente del Plan, propusimos este interesante proyecto», indica.

Un proyecto del que ya se están ejecutando diferentes acciones y que va a continuar dentro del marco temporal de desarrollo del Plan de Sostenibilidad turística.

Olivares vivos

De esta manera, una de las ramas se denomina Olivares Vivos y pretende incentivar el mantenimiento de los olivares tradicionales al incrementar su rentabilidad. ¿Cómo? A partir de la identificación y la recuperación de la biodiversidad que alberga. «Trabajamos en parcelas en las que se mantiene la cubierta vegetal a lo largo de todo el año. Es decir, únicamente se corta de manera mecánica, con lo cual siempre existe hierba en el suelo», explica Pablo Oliván. 

El proyecto ya tuvo una primera edición impulsada por la Comarca en 2022. «En ese momento se seleccionaron siete parcelas del Somontano donde se empezó a estudiar la viabilidad de iniciar este proyecto o metodología. Para ello se seleccionaron parcelas donde, principalmente, se hacía un manejo tradicional del olivar y concretamente de la cubierta vegetal. Es decir, donde sí que había hierba en el suelo del olivar», explica Oliván. 

Actualmente, trabajan con nueve agricultores, propietarios de 18 parcelas ubicadas en los términos municipales de Alquézar, Bierge, Colungo, Estadilla, Hoz y Costean y Adahuesca. Entre ellos se encuentra Sergio Ferrer, de Aceites Ferrer. «Nosotros cumplíamos con los requisitos porque trabajamos la agricultura ecológica. Por lo que prestamos nuestras fincas para controlar la fauna que existe en ellas», explica. Este análisis lo realizan a través de la colocación de cajas nido, bebedores y hoteles de insectos. «También llevamos a cabo algunas acciones de restauración en pequeñas plantaciones de plantas con flor o con fruto, para fomentar la biodiversidad», añade Oliván.

Además, si se llevan a cabo estas prácticas, el aceite de oliva que se obtenga de esos olivares cuenta con el sello Olivares Vivos. Un aspecto que Ferrer valora: «Nos parece una propuesta interesante porque además que va en consonancia con nuestra manera de trabajar, también le añade valor a nuestro producto. Tenemos almazara en la que hacemos aceite de nuestros olivares y lo comercializamos. Entrar en un proyecto de este tipo te aporta una sensibilización hacia el medio ambiente que la sociedad cada vez valora más», confiesa. A su vez, añade que «como agricultores no disponemos ni de medios ni de tiempo para hacer estos controles y seguimientos. Por lo que de esta manera contamos con estos datos para conocer nuestra propia explotación».

Uno de los hoteles de insectos de Olivares Vivos. Foto: S.E.

Huertos perimetrales

Otra de las patas de este proyecto la componen los huertos perimetrales. «Consiste en recuperar antiguas parcelas de huerto que se han abandonado y que se ubican alrededor del pueblo. Son terrenos que se han llenado de vegetación que actúa como combustible en un posible incendio forestal», explica el representante de SEO Birdlife. Hasta el momento han recuperado varias parcelas mediante el desbroce, la limpieza y preparación del suelo para el cultivo, fase en la que actualmente se encuentran.

Una de estas fincas recuperadas se ubica en Castillazuelo, en la zona deportiva. Esther Ciria, concejal del Ayuntamiento de este municipio, ha coordinado esta acción junto a Oliván. Cuando desde el Consistorio conocieron el proyecto, vieron una gran oportunidad para recuperar una finca de propiedad municipal próxima al núcleo urbano. Además, «el pueblo ya nos transmitía esa sensación de abandono de algunos terrenos y todos los años pedimos a los vecinos que, en la medida de lo posible, desbrocen las huertas cercanas al pueblo». 

El terreno en el que se ha trabajado se encontraba abandonado hace muchos años, «habían crecido hasta árboles grandes. Pedimos los correspondientes permisos a Medio Ambiente y a la Confederación Hidrográfica del Ebro (por su proximidad al río) y nos los concedieron», explica Ciria. El primer paso se centró en limpiar la zona con «maquinaria pesada». Acto seguido, se labró la tierra y ahora se encuentran en el proceso de llevar agua para el riego. «Los tubos se encontraban llenos de barro porque antes existía riego, pero con el paso del tiempo se ha perdido. Una vez que llegue el agua, buscaremos poner un riego práctico y fácil de hacer y de cara al año que viene intentaremos ponerla en cultivo para ver cómo se revitalizan esas huertas», declara Ciria. 

Desde el Ayuntamiento se muestran muy satisfechos con esta actuación ya que «no tenemos tantos fondos para hacer esta actuación por cuenta propia. También lo hemos hecho para dar ejemplo a los vecinos de cómo se deben mantener los terrenos», concluye.

La recuperada huerta municipal de Castillazuelo. Foto: S.E.

Pastoreo preventivo

Samuel Santamaría vive, junto a su padre, en San Román, en el término municipal de Bierge. Ellos son los dos únicos vecinos de este núcleo, junto al gran rebaño de cabras de Santamaría. Este joven agricultor decidió apostar por su territorio, por el ganado caprino y por el pastoreo extensivo. Además, sigue una filosofía muy clara: «Quiero que mis animales sean un producto lo más sano posible. Por este motivo, el ganado debe estar muchas horas monte para arriba, monte para abajo porque aprovechan lo que les da la naturaleza. Solo comen lo que allí encuentras. Y los cabritos, leche de sus madres», explica. 

El modo de trabajo de Santamaría sigue la misma línea que el proyecto de Saborea Guara Somontano. Por este motivo, unirse a este plan ha resultado tarea sencilla. «Mi trabajo se centra en el núcleo urbano de San Román, un entorno de alrededor quinientas y pico hectáreas. Por lo que yo me puedo encargar de esto, pero, ¿y del resto de la comarca?», plantea. Y es que Santamaría ya apreciaba el deterioro de los montes y el rechazo de la sociedad hacia este modo de trabajo. «El monte se encuentra cada vez más cubierto de maleza. Y el pastoreo en extensivo es un oficio duro. En invierno, por ejemplo, cuando amanece te vas con los animales y vuelves cuando anochece. Trabajamos los 365 días del año porque ellos no diferencian entre el 6 de enero y un día cualquiera».

A su vez, confiesa que cuando comenzó, pensaba que los días más duros serían aquellos de lluvia, niebla o viento, «pero me he dado cuenta de que el problema es luchar con la administración, y sobre todo, lo que más miedo me da son las notificaciones que llegan del Gobierno de Aragón porque cuentan con unas normativas completamente alejadas de la realidad que no corresponden al día a día de un ganadero».  También señala la baja rentabilidad del negocio: «La de los corderos ya es bastante ajustada, pero la del sector caprino es muchísimo menor. Un cabrito cuesta la mitad que un cordero y, sin embargo, los gastos que debes pagar son los mismos. Por eso mismo casi nadie, por no decir nadie, apuesta por el caprino de carne en extensivo», confiesa. 

Esta pata del proyecto consiste en pastorear determinadas zonas de la comarca para disminuir el riesgo de incendios. Sobre todo, zonas que o bien hacía tiempo que no se pastoreaban o bien que solo se hacía durante una pequeña parte del año. Además, se trata de zonas próximas al casco urbano de los municipios o a las vías de acceso a los mismos. También próximas a cortafuegos o a balsas de extinción de incendios, entre otros.

«Con ello disminuimos la vegetación y, por lo tanto, el combustible de posibles incendios. Como son zonas o de difícil acceso o donde la calidad del alimento no es tan buena como de las que pastorean habitualmente, les proporcionamos bien infraestructuras como cercados para hacer pequeños corrales y encerrar a las ovejas cuando lo necesiten, o bien pienso para que puedan suplementar esas zonas donde el alimento no es tan bueno. También les facilitamos bebederos si lo necesitan para que el ganado pueda tener agua en esos puntos» explica Oliván.

De todas estas posibles ayudas, Santamaría solo ha solicitado vallas de pastor eléctrico. Este joven ganadero, en última instancia, agradece a la Comarca su trabajo en la visibilización del trabajo que estos pastores realizan día a día, «uno silencioso en el que mucha gente trabajamos los 365 días del año».

El rebaño de cabras de Santamaría con las vallas de pastor eléctrico. Foto: S.E.

Suscríbete aquí a nuestra nueva newsletter

Más en Somontano