Somontano

Presentación de la Diócesis: eje vertebrador y de servicio en todo el territorio

Más de 170 personas se citaron en la charla convocada por la Diócesis para explicar su labor y su organización

Diócesis organización
Numeroso público se interesó por la organización de la diócesis, que se explicó este miércoles. Foto: R. Zamora
Ruth Zamora Zamora
30 octubre 2025

Más de 170 personas se citaron este pasado miércoles en el hotel Ciudad de Barbastro para conocer las características de la diócesis de Barbastro-Monzón y su organización. A través de datos, que muestran su gran extensión y despoblación, se analizaron los rasgos distintivos de una diócesis milenaria, mariana, martirial y misionera.

Los asistentes pudieron conocer a fondo cómo se organiza la diócesis de Barbastro-Monzón, tanto geográfica como pastoralmente. Esto es, su división en arciprestazgos y unidades pastorales y la organización en delegaciones y servicios. Toda una «guía para que nadie se pierda», porque «nadie sobra, todos podemos colaborar», en palabras del sacerdote Paco Cabrero. Como en una baraja, la diócesis se organiza en cuatro palos: anunciación, celebración, caridad y comunión, aunando todos los servicios pastorales de la diócesis.

«Como unas matrioskas», escenificaron en la presentación, la diócesis presenta diferentes realidades pero un mismo ADN y sacerdotes, delegados y animadores de la comunidad se organizan para atender «a todas las personas en sus necesidades, sean espirituales, sociales o materiales. La Iglesia como elemento vertebrador del territorio «, resumió Beatriz Mairal, secretaria-canciller de la Diócesis.

La Unidad Pastoral de Barbastro, que coincide con el arciprestazgo del Somontano, aúna 27 pueblos y cuenta con cinco sacerdotes adscritos, a los que suman algunos más jubilados y los laicos, entre los que se encuentran una docena de animadores de la comunidad. Todo «para una atención pastoral más realista y sostenible, explicó Omar Quilcaro, arcipreste del Somontano.

Testimonios de la organización de la Diócesis

La presentación incluyó testimonios, como el del padre Antonio Alcántara, que desgranó la singularidad de la atención que dan en la capellanía del Hospital de Barbastro: «Lo importante ahí no lo dices con palabras, sino con la presencia». Su testimonio se reforzó con el de una voluntaria que lo acompaña dos veces por semana en su tarea en el centro hospitalario.

También contaron su experiencia las jóvenes Vega y Daniela Sierra, tanto en el funcionamiento y tareas de la Casa de la Iglesia como su experiencia de comunión en la fe que vivieron en el Jubileo de los jóvenes del pasado verano. Y Jesús Goicochea, que ilustró la tarea de limpieza y organización en el cementerio del Cabildo de Barbastro.

En la recta final, se constató la necesidad de caminar hacia la autofinanciación, con la corresponsabilidad de cada uno. En este sentido, se enlazó con las posibilidades del rico patrimonio diocesana, cuya restauración es continua y se realiza gracias a la colaboración con administraciones públicas y entidades privadas.

El obispo, Ángel Pérez, cerró la presentación, agradeciendo la labor de todos. «Este milagro es obra nuestra, nuestro activo son las personas «, concluyó.

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