El pasado mayo se supo de la destrucción de las clavijas del paso de Cotatuero, en el Parque Nacional de Ordesa, lo que inició una investigación que se ha saldado con tres detenidos.
Los tres detenidos por la Guardia Civil y otros tres investigados por estos hechos son vecinos del Alto Gállego y se les atribuye un delito de daños. La investigación se inició tras unas imágenes en redes sociales en las que se exponía el corte de estas clavijas de Cotatuero. Después llegó la denuncia oficial por parte de los responsables del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Las clavijas de Cotatuero permitían superar un muro rocoso, facilitando la ruta a montañeros y excursionistas desde hace más de 100 años.
Se hicieron cargo de la investigación de la destrucción de las clavijas de Cotatuero la Policía Judicial de Jaca, con apoyo de los agentes de Torla y especialistas del GREIM de Boltaña y del SEPRONA. Tras comprobar el estado en que había quedado la zona, cerraron el acceso a esta vía para evitar incidentes.
El modus operandi de la destrucción de las clavijas en Cotatuero
Las investigaciones llegaron a esclarecer los hechos. Según la Guardia Civil, la destrucción de las clavijas de Cotatuero tuvo lugar de esta manera. Dos de los implicados se encargaron del transporte, desde Sabiñánigo hasta la pradera de Ordesa con dos vehículos. Posteriormente, tres de ellos escalaron hasta las clavijas, grabando su destrucción con su identidad oculta. Estas imágenes las compartieron en las redes sociales a modo de reivindicación. Simultáneamente, otro de los implicados colocó carteles en las inmediaciones, tanto en la zona española como francesa. Advertían a los usuarios del riesgo de acceder a esa ruta en Cotatuero por la destrucción de las clavijas.
El pasado 1 de julio, la Guardia Civil detuvo a tres hombres por estos hechos, como presuntos autores de un delito de daños. Una cuarta persona fue investigada por el transporte de los autores materiales de la destrucción de las clavijas en Cotatuero. Una semana después, se investigó a dos mujeres más implicadas. Una por el transporte de los supuestos autores del delito y otra por la colocación de los carteles.