Han concluido las obras de construcción de la depuradora de aguas de Labuerda, que permitirán su próxima puesta en marcha. Tan solo queda completar la conexión eléctrica. Este pasado lunes ha visitado la instalación el director del Instituto Aragonés del Agua, Luis Estaún.
Estaún ha recordado las ayudas para la depuración de aguas del Pirineo. Labuerda consiguió por este medio una subvención de 749.000 euros para construir su depuradora, aportados por el Instituto Aragonés del Agua, en 2021.
Esta línea de subvenciones está destinada a impulsar actuaciones que mejoren el tratamiento de aguas residuales en el Pirineo aragonés. De esta manera, recuerdan, «el apoyo técnico y administrativo del Instituto ha sido clave para que el ayuntamiento de Labuerda pudiera llevar a cabo tanto la tramitación como la ejecución del proyecto de la depuradora».
La depuradora de Labuerda
La nueva estación depuradora de aguas residuales (EDAR) soluciona los problemas que existían hasta ahora el Labuerda. Esta localidad vertía sus aguas en cuatro puntos sin tratamiento: tres en el barranco de La Sierra y uno directamente al río Cinca. La depuradora de Labuerda se ha diseñado para dar servicio a 750 habitantes. La instalación cuenta con un colector de 1.600 metros de longitud que recoge los vertidos del núcleo urbano y los conduce hasta la depuradora. Incluye un pretratamiento con tamiz de escalera automático, tratamiento primario, tratamiento secundario mediante biodiscos y una decantación final antes de verter las aguas depuradas al barranco del Royo, afluente del Cinca.
La obra ha sido ejecutada por la empresa AQLARA, que asumirá también la gestión de la planta durante su primer año de funcionamiento. Después será el Instituto Aragonés del Agua asuma la explotación de la instalación tras la cesión formal por parte del Ayuntamiento.