Las pinturas románicas murales que adornaban la sala capitular del monasterio de Sijena deberán regresar a su emplazamiento original. 

Así se resume el fallo del Tribunal Supremo. Con un documento de 45 folios se ha puesto fin a la larga pugna por su propiedad. Se ha dado la razón a la parte aragonesa y se ha ordenado el regreso de los frescos desde el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), donde están expuestas. 

La sentencia desestima los recursos de casación presentados por la Generalitat de Cataluña y el MNAC. Y ratifica las resoluciones previas dictadas por el Juzgado de Primera Instancia nº2 de Huesca en 2016 y la Audiencia Provincial en 2020.

Así, el MNAC nunca ostentó un título de propiedad de las obras. Como recuerda el Supremo, la propia parte demandada reconoce que fueron «arrancadas de la sala capitular del monasterio e ingresaron en el museo mediante depósito». 

Se justifica que las pinturas son bienes inmuebles (se encontraban en sus paredes), vinculados al monasterio y sus legítimas propietarias –la comunidad religiosa sanjuanista– han solicitado su vuelta. En este caso, la orden religiosa cedió su representación legal al Gobierno de Aragón. De hecho, la Madre Federal de la Orden, María Virginia Calatayud, compareció en el juicio celebrado en Huesca y manifestó, de forma expresa, su deseo de levantar el depósito. 

El Tribunal también aclara que compete a la jurisdicción civil resolver esta disputa por afectar a una acción reivindicatoria sobre un bien. A su vez, ratifica que dicha acción no ha prescrito. 

Para el presidente de Aragón, Jorge Azcón: «Zanja categóricamente el litigio a favor de los aragoneses y la integridad de su patrimonio cultural», manifestó. Y muestra «una inmensa satisfacción que se verá culminada cuando podamos contemplar las pinturas en su emplazamiento original». Y recordó que en 2014, con el gobierno de Luisa Fernanda Rudi, se inició el proceso judicial para recuperar las pinturas de la sala capitular.