En un concurso sobre Barbastro puede aparecer la carta en la que le pregunten dónde se encuentra la calle Alcoholera. Y también, por el número de empresas instaladas en el polígono Valle del Cinca. La respuesta a la primera cuestión es en el barrio de San Juan; la segunda, 75. Un conglomerado de empresas que dan trabajo a más de 1.000 personas y constituye el centro industrial más importante de la comarca. Por ello, El Cruzado quiso organizar un desayuno de trabajo en el que reunió a los empresarios de dicho enclave con la directora general de Promoción Industrial e Innovación del Gobierno de Aragón, Mar Paños.
Tras la exposición de Paños, los asistentes atendieron a los ponentes de una mesa redonda. La formaron cuatro empresarios que mostraron la diversidad de este núcleo económico. Por parte de Avient, tomó la palabra su director, Francisco Lozano; por Somontano Social, su gerente, José Mª Calasanz. Sergio Jovellar, fundador y socio de Integral Unusual Design. Y José Cruz Cavero, de Rebbia Natural Extract.
Por antigüedad y número de empleados, Avient lleva desde 1978 en el polígono y da trabajo a un centenar de personas. Pertenece al sector químico y fabrica y comercializa compuestos plásticos. El grupo al que pertenece, de presencia internacional, cuenta con cinco plantas en España. La de Barbastro factura 43 millones de euros y vende a Alemania (40 %), España (20 %) y el resto se encuentra bastante atomizado (desde Indonesia a EE.UU.). Si bien tradicionalmente se ha dedicado a la automoción ahora su negocio se halla más diversificado.
En cuanto a Somontano Social se trata de un centro especial de empleo con una plantilla de 200 empleados de los cuales 80 trabajan en las instalaciones del polígono. Del total, el 93 % cuenta con alguna discapacidad (con un 30 % de tipo intelectual o enfermedad mental). Entre sus marcas destacan Molithe y Artesanía Audio (con ventas en 45 países de sus exclusivos rack anti-resonantes) para equipos de sonido «y nos enorgullece decir que venimos de Barbastro». Por su parte, la trayectoria de Rebbia, una micropyme, se vincula a la extracción de compuestos botánicos para la industria cosmética o farmacéutica. Y siempre ligados a la investigación «sin innovación no hubiéramos existido», señaló Cavero.
Y Sergio Jovellar, junto a su cuñado Aurelio Grasa, han situado a su empresa entre las mejores de España en cuanto a márquetin ferial. Aunque también se dedican a museos, exposiciones y diseño de interiores para comercios.
A tener en cuenta
Contó Cavero que andaba él trabajando en Tarragona cuando, un día, visitando a su padre en la casa familiar de Pozán de Vero alguien dijo: «Si todos los que estudiáis, os vais fuera, aquí quedaremos los mismos». Aquellas palabras surtieron su efecto y decidió trasladarse a Barbastro.
Todos ellos destacaron la calidad de vida como uno de los grandes atractivos de esta zona. Sin embargo, esta ventaja competitiva se desconoce. Y bien lo ilustró Cavero. Su empresa ofrece un puesto de trabajo cualificado para laboratorio. Han recibido 340 currículos. Ocho pasaron a la fase final de la entrevista, pero sólo cuatro se presentaron. «Al saber que se trata de un sitio pequeño se echan hacia atrás» y además, «para trabajar aquí se requiere transporte y muchos jóvenes que se han criado en grandes ciudades ya no se sacan el carné de conducir. Me ha sorprendido, pero así es, en una ciudad no lo necesitan. Aquí sí, por lo que pido transporte público hasta el polígono».
Jovellar confesó que en alguna ocasión se plantearon otra ubicación «el 80 % de mis clientes provienen de fuera y el transporte, que tanto se ha encarecido, resulta crucial para nosotros. No obstante, hemos apostado por seguir aquí. Por el precio del suelo industrial (más barato que en una ciudad grande) y la calidad de vida. En 15 minutos, y sin atascos, te desplazas desde tu casa al trabajo cuando en Madrid precisas de una hora». Cavero también resaltó la tranquilidad. «La calma ayuda al trabajo creativo, el estrés lo arruina todo», puntualizó. «Estoy convencido de que hay gente de fuera que estaría dispuesta a venir a vivir aquí, pero no nos conocen». Lozano certificó estas palabras. «Nos ha sucedido, quienes vienen de fuera a trabajar aquí, sobre todo, puestos cualificados, se muestran reacios ante un lugar pequeño. Pero la calidad de vida les acaba convenciendo».
Desde Avient destacaron la posición geográfica de Barbastro y sus comunicaciones. «Es cierto, no nos ubican en el mapa, pero nos encontramos bien conectados. Cerca de los centros importantes».
El gran desafío del momento lo constituye la falta de mano de obra, de personal cualificado o no, que les impide crecer y hasta mantener su nivel de actividad. Por ello, en algunos casos, echan mano de la IA como en Somontano Social, donde la han introducido en su centro de llamadas «y ha obrado un cambio radical», declaró Calasanz. Para otros, la innovación va en el ADN de la empresa (como en Rebbia) o en Avient «en mercados como el plástico, sin investigación no subsistes». Y en Integral Unusual Desing se esfuerzan por perfeccionar el embalaje «que marca la diferencia entre la rentabilidad o no de un proyecto». Como anécdota comentó que ofrecen un puesto de aprendiz de carpintero sin requisitos previos «ni ESO. Aún así, lleva años vacante».
Como mejoras para realizar en el polígono señalaron el suministro eléctrico (a veces sufren microcortes), la luminaria en los viales y, Lozano destacó la depuradora «imprescindible para el sector químico». Respecto a esta obra, reivindicada durante años, el alcalde, Fernando Torres, aseguró que las obras comenzarán este año.
Asimismo, señaló la importancia de esta infraestructura para todo el valle del Cinca, explicó que ya se han vendido las parcelas del Área 108 para la expansión de Novapet y que está bien encaminado el tema de la propiedad del terreno, aún en manos del SEPES tras 56 años de vida del polígono. Y culminó su intervención anunciando que en la graduación de los bachilleres de Barbastro, les animará a que tengan en cuenta esta zona para desarrollar su vida laboral.