Mequinenza

Mequinenza cerró una calurosa y participativa quinta edición de «A Sol y Serena»

Debido a las altas temperaturas la organización modificó algunas de las ubicaciones de los espectáculos

Uno de los momentos que dejó la quinta edición de "A Sol y Serena" en Mequinenza. Foto: S.E.
El Cruzado
05 junio 2025

La quinta edición del Festival de Artes Escénicas en la Calle «A Sol y Serena» de Mequinenza estuvo marcado por las altas temperaturas. Un hecho que obligó a modificar el plan inicial y cambiar la ubicación de uno de los espectáculos programados a un espacio más fresco. A pesar del calor, el público respondió y los cinco espectáculos programados registraron una muy buena entrada. 

Desde el Ayuntamiento de Mequinenza valoran «muy positivamente» la acogida de esta quinta edición, así como el compromiso del público y el trabajo de todas las compañías participantes. Entre sus aciertos destacan el ajuste horario, la principal novedad de esta edición, programando todos los espectáculos por la tarde, aprovechando la luz del día y el atardecer.

En lo que a propuestas se refiere, el Ayuntamiento de Mequinenza, organizador del certamen, mantuvo el pasacalle inaugural. Y, en esta ocasión, apostó por el humor y también por la danza contemporánea, aderezada con acrobacias y memoria.

Desarrollo de la quinta edición de «A sol y serena»

La primera jornada del «A Sol y Serena» de 2025 arrancó con una fría propuesta para una tarde calurosa de la mano de Scura Produccions. La tribu inuir «Anorak» acompañada de un mamut gigante, su bebé y un oso polar llenó las calles de juegos, música, bailes y diversión. Paco Panjabi, en el Patio de Colegio María Quintana, abrió los chakras del público que coprotagonizó una peculiar clase de yoga.

Las previsiones de temperatura llevaron a la organización a modificar la ubicación de la primera de las actuaciones de la segunda jornada. El Capitán Spriki aprovechó todos sus «casi» súper poderes para trasladarse al paseo fluvial. Allí, además de estar más fresquito, creó conciencia ambiental y se enfrentó al mayor villano de nuestro tiempo: la contaminación.

La acción, tras las heroicidades del Capitán Spriki, se trasladó a la Pista Roja con un espectáculo en el que la jota se subió a la cuerda floja y el circo se puso el cachirulo. Una propuesta de la compañía Monopájaro Verde que aterrizó con su «Circo Jotero», en el que madre e hijo se encontraron y enfrentaron en el escenario, con intento de ligue incluido, ella con la jota en la sangre y él con el circo en las venas.

«A Sol y Serena» se despidió con una propuesta que mezclaba danza contemporánea, acrobacias y memoria. Un homenaje poético y poderoso, al atardecer, a las mujeres del mundo rural a cargo de la compañía vasca Mala Brigo y su espectáculo De algodón y caucho. Una coreografía sobre la resistencia silenciosa de tantas mujeres que sostuvieron, y siguen sosteniendo, el mundo con sus manos.

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