La Hospitalidad de Lourdes organiza una convivencia en Candasnos el día 24. La jornada de convivencia se abre a todos los que estén vinculados por Pastoral de la Salud y a quien desee conocer su labor. Tras la recepción en la plaza de la Iglesia y el traslado al local social, a las 12 horas, se celebrará la santa misa en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, presidida por Mons. Ángel Pérez Pueyo.
Por la tarde, se ha programado la charla sobre experiencias cercanas a la muerte. A cargo de la doctora Rosa Oncins, patóloga, además de intervenciones del presidente, el consiliario y el obispo. Los asistentes podrán ver una proyección sobre la Peregrinación 2024, testimonios y detalles sobre próximas actividades, como el Rosario de Antorchas, la Convivencia y la Pascua del Enfermo previstas para 2026.
Los interesados podrán inscribirse hasta el 18 de mayo, (Julia, teléfono 656 501 769). Para facilitar la participación, habrá transporte desde Barbastro (salida 9’30 horas desde la Casa Amparo), Monzón (9’50 estación de autobuses), Binéfar (10’15 estación de autobuses) y Fraga.
Además, la Hospitalidad prepara su próxima peregrinación a Lourdes, que se celebrará del 28 al 31 de agosto próximos, en el marco del Jubileo 2025–Peregrinos de Esperanza.
Pascua del enfermo el 25 de mayo, Hospitalidad de Lourdes
El VI domingo de Pascua (25 de mayo) la Iglesia española nos invita a celebrar la Pascua del Enfermo.
Una celebración que pone fin a la Campaña del Enfermo, que este año Jubilar tiene el mismo lema propuesto por el Papa Francisco para este Jubileo: “Peregrinos de Esperanza”, en este sentido hacemos tema de nuestra Campaña: “En esperanza fuimos salvados” (Rom 8,24)
“La vida cristiana es un camino, que también necesita momentos fuertes para alimentar y robustecer la esperanza, compañera insustituible que permite vislumbrar la meta: el encuentro con el Señor Jesús” (Bula 5). Los sacramentos de la Eucaristía y la unción de los enfermos que recibirán el domingo nuestros hermanos son, verdaderamente fuente de salvación y de esperanza, gloria y lámpara: “Que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde”.