Una trayectoria poco común. Trabajador nato y el fútbol como pasión, Paco Belloc y su equipo de La crónica deportes siguen ganando seguidores.

En Aragón no existe nada similar a La crónica deportes. ¿Cómo se digiere el éxito?

Con agradecimiento. No niego el subidón que siento. La satisfacción de ver cómo se reconoce el trabajo. Para mí, lo importante es el cariño de la gente y el apoyo que tantos empresarios y comerciantes, la mayoría de ellos pequeños, nos han brindado a lo largo de los años. 

Lleva 24 años… 

Me gustaría llegar a los 25 y a partir de entonces, ¡ya veremos! Confieso que, cada vez que acaba una temporada, pienso que lo voy a dejar. Sin embargo, después de unas semanas sin fútbol me sorprendo a mí mismo, en la cama, retransmitiendo un partido o pensando en nuevas cosas. Y aquí sigo, aunque confieso que cada vez está más cercano mi adiós. 

Todo comenzó por Sonia, su mujer. 

Siempre me interesó el tema audiovisual. Me regalaron una cámara de vídeo con 14 años y comencé a realizar mis montajes. Y Sonia, cuando aún éramos novios, me comentó que ponían en marcha un curso de radio. Asistimos los dos porque yo solo no hubiera acudido. Y al finalizar, fue cuando Joaquín Castán me comentó que necesitaban a alguien en Radio Somontano para deportes. 

Y desde entonces, muchos colaboradores han formado parte del proyecto.

Paco Mata, Ventura Bielsa, Nacho Moscoso, Raúl Marco, Carlos Lasús, Carlos Marco, Víctor Ortega… muchos. En estos años hemos sabido juntar a los mejores y formar grandes equipos. 

Recuerdo que, al principio, Paco Jiménez me llevaba el control y yo escribía el guion por completo porque me quedaba todo por aprender. 

No vive de esto, es agricultor.

Una vez me dijeron en Utebo que nunca habían visto a un labrador de periodista. Yo no soy periodista, nunca me he presentado como tal. Yo me dedico a contar de fútbol y de fútbol modesto. Entre el fútbol y el campo llevo dos jornadas laborales.

Las relaciones humanas originan problemas.… 

Como decía mi abuelo, lo malo hay que olvidarlo pronto. Meterlo en la mochila y seguir. Yo, en vez de mochila, lo echo en el remolque que la mochila se queda pequeña. A veces, para seguir adelante hay que dar un paso atrás. 

¿Costó tejer toda esta red de colaboradores? 

Se logra llamando y pidiendo, pero en general, sin problema. En más de una ocasión, si otros equipos salían y ellos no, nos llamaban. Recuerdo una anécdota de Almudévar, Manolo Justes era el delegado y colaborador de La crónica deportes. Estaba Justes en el banquillo, al teléfono con nosotros y el árbitro le sacó tarjeta amarilla porque el reglamento prohibía usar el teléfono. Se escondió un poco, pero continuó con la retransmisión.

¿Cómo ha cambiado el fútbol en estos 24 años? 

Una barbaridad. Por un lado el público ahora es más respetuoso y tranquilo. Puede haber alguna bronca dura pero de forma aislada. Por otra parte, los clubes han ganado en organización y las instalaciones deportivas han mejorado muchísimo. Apenas encontramos campos de tierra.

Antes radio, ahora a través de web y redes sociales. 

Cuando llegó la pandemia creímos que había llegado nuestro fin. Pero notamos que había muchas ganas de fútbol y pusimos en marcha la web. En cuanto a tecnología siempre hemos ido un paso por delante.  Con la web y las redes hemos atraído a gente más joven.

Ahora el Barbastro vuelve a 2ª RFEF como hace 17 años y casi se queda sin retransmitirlo.

En estas categorías entran los derechos de imagen. Yo lo entiendo, pero no puedo ofrecer a la Unión Deportiva el dinero que paga la Televisión Autonómica. Y así se lo comenté al presidente Rafa Torres. 

Desde luego, fastidiaba no retransmitirlo. Sobre todo, porque durante 23 años nosotros hemos estado junto al Barbastro y cuando los de Aragón Televisión se vuelvan a Zaragoza, nosotros continuaremos al lado del Barbastro. Al final, Rafa Torres realizó unas gestiones y podemos estar ahí. 

¿Cómo le va a ir al Barbastro?

El equipo estará en la categoría que quieran los socios. Hace 17 años, llegó a 1.000 antes que el Huesca. Yo echo de menos más abonados. Si la gente no responde, esto se convierte en fútbol virtual.