El oficio del forjador se está perdiendo, al igual que muchos otros artesanos. Juan Antonio López, más conocido como «Chapi», estadillano de nacimiento, pero viviendo en Estada hace muchos años, es uno de los pocos forjadores que quedan en nuestra provincia. A Alejandro Cremades, de Alicante, también le apasiona la forja desde bien joven. Juntos, han organizando varios encuentros de forjadores en toda España.
¿Cómo comenzaron en este mundo?
Mi padre, –explica «Chapi»– también se dedicaba a esto. Básicamente lo he mamado y me empezó a entrar la carbonilla en la sangre y una vez que te entra, mal lo tienes, ríe. Yo –añade Cremades–, me alisté en el ejército. Me destinaron a una de las tres fábricas del ejército del aire para fabricar piezas para los aviones y acabé en la fragua de Albacete. Se trataba de una factoría maravillosa y empecé a trabajar con ellos. Después, comencé Bellas Artes en la universidad para aprender este oficio, pero me encontré con la sorpresa de que no estudiaban la forja. Entonces lo dejé y decidí viajar por España para aprender, sobre todo, de los distintos abuelitos ya estaban jubilados.
¿Cuál es la importancia de este oficio en España?
Si quieres algo duradero y exclusivo, tienes que acudir a un forjador que sepa lo que hace. Quedamos pocos y, encima, la mayoría de ellos están jubilados. El trabajo de forja que se vende en las ferias, a veces, solo son copias sin valor.
La forja, un arte.
Efectivamente, pero ya no solo hablamos de la forja como un arte, hablamos de la forja en obra nueva, en restauración… Además, en España contamos con muchos edificios viejos y no quedan profesionales para restaurarlos. Ni tampoco muchos medios para estudiar este oficio. Lo han dejado perder, como otros muchos trabajos artesanos.
Alejandro Cremades es embajador de la UNESCO. ¿Cómo?
Un italiano contactó conmigo a raíz de uno de los encuentros que organizo de vez en cuando en Alicante, cuenta Cremades. Me comentó que quería asistir y así, explicarme un proyecto que quería iniciar. Le invité y finalmente vino. Se trataba de un proyecto de unificación de Europa en torno al castaño de los cien caballos de Sicilia. Consistía en realizar cien caballos en distintos países de Europa. Y yo, ser el embajador de España. Acepté e hicimos un total de diez caballos que a día de hoy se encuentran en el museo de la UNESCO, en Sicilia.
¿De dónde surge el primer encuentro de Estada?
Yo –dice «Chapi»– pensaba que era el único loco que hacía trabajos artísticos con la forja. Me invitaron a un encuentro de herreros y al llegar conocí a una serie de locos, como yo. Allí no desentonaba, todos hablaban de lo mismo y yo me sentí feliz. Me quedé con la mosca detrás de la oreja y quise hacerlo en Estada. El primer encuentro tuvo una gran acogida y creemos que principalmente fue por el boca a boca. El primer día vino gente, pero los dos siguientes mucha más.
En ese evento nació la escultura ‘Raíces’.
Un homenaje a todos los hortelanos que acudían a vender sus productos a los mercados. Así les podían pagar los estudios a sus hijos y ofrecerles un futuro mejor. Además, en la escultura se puede ver dibujado con lengua de signos el nombre de Estada.
En el primer cartel el protagonismo lo tiene una rosa.
Existe una historia muy bonita detrás -comienza «Chapi»-. Mi mujer es catalana y para Sant Jordi siempre le regalo una rosa y ella a mí, un libro. Un año no encontraba por ningún lado, así que decidí hacerla de forja. Cuando se la di, me dio el beso más dulce de toda mi vida.
¿De qué trata la escultura de este año?
Se titula Éxodo y habla sobre los jóvenes que antiguamente estudiaron magisterio y tuvieron que irse de su pueblo para poder ejercer como maestros.
En Estada también se pueden encontrar más piezas de arte…
De vez en cuando, –confiesa «Chapi»– realizo pequeñas esculturas y las voy colocando en distintas partes del pueblo. En Estada ya se puede encontrar una espada, una cobra, unas chanclas…
¿Cómo veis el futuro del oficio?
Muy bueno si se sabe que existimos. Se están dando cuenta de que no se pueden quitar los oficios porque no todo vale. Están empezando a buscar a los maestros de los oficios tradicionales. Así como gente con muchas ganas de aprenderlos.