«Como empresario pequeño vivimos esta situación con miedo». Así se expresa Daniel Tejero, de «Frutas Tejero» de Monzón. Ellos cuentan con cinco locales, entre ellos el almacén.
El incremento en la factura eléctrica ha llenado de inquietud todas las decisiones empresariales. «La electricidad se lleva el triple de lo que hasta ahora era habitual. Nos han tocado la base de los negocios».
«Atravesamos una situación realmente complicada. Por tanto, tomar decisiones de empresa cuesta mucho porque vivimos con miedo e inseguridad»
Daniel TejeroEmpresario mayorista y minorista del sector frutícola con base en Monzón
Llevando entre las manos un producto perecedero y con la energía cara «el panorama se complica porque tampoco podemos repercutir toda la subida de la luz, ni los costes del gasoil de los camiones, a nuestros clientes», explica.
Otro motivo de zozobra viene dado por el sistema de su negocio. Un sistema de contacto con el pequeño agricultor, de proximidad y muy diferente al canal que utilizan las grandes cadenas. «Nosotros continuamos trabajando en la lonja, de compra de cercanía y todos nos encontramos atrapados en el misma circunstancia».
Frutas Tejero va a intentar paliar el problema energético con la instalación de placas fotovoltaicas en el tejado de su almacén. Comenta que se acogieron a una subvención y que el desembolso ha resultado menor del esperado. «Cuando se llevó a cabo el estudio, los números dijeron que en siete años la inversión estaría amortizada. Y eso, que no se tuvo el cuenta la última subida de la tarifa. Esperamos que suponga un cierto alivio. Aunque la situación es, de verdad, muy complicada».