Graus acogió el pasado sábado ocho de octubre la primera edición deI Foro de Turismo Científico y Ciencia Ciudadana de Aragón, organizado por la Comarca de La Ribagorza e impulsado por la empresa Pirinature. El encuentro, pionero en Aragón, sirvió de punto de encuentro entre emprendedores de un nuevo modelo de desarrollo turístico y fue puente con el público interesado en conocer nuevas experiencias.
Tras el discurso de bienvenida de Gema Betorz, alcaldesa de Graus, Marcel Iglesias, presidente de la Comarca de La Ribagorza, fue el encargado de abrir el foro en una presentación en la que subrayó la trascendencia “de la ciencia como camino que nos enseña a progresar como sociedad”.
Coincidiendo con la celebración en 2022 del Año Internacional del Desarrollo Sostenible de las Montañas, el apoyo de la institución comarcal a este evento se enmarca en el compromiso por activar campañas y mecanismos de conciencia sobre los efectos que tiene sobre el medio ambiente la acción del ser humano.
“Hay que compaginar el apoyo a estilos turísticos tradicionales, que deben ser menos agresivos con el medio, avanzando hacia la descarbonización o el reciclaje, con nuevos modelos deferentes, donde el turismo científico tiene un espacio de futuro esencial”, indicó Marcel Iglesias.
Ciencia ciudadana y la educación ambiental
Ánchel Belmonte, del Geoparque Mundial UNESCO Sobrarbe-Pirineos; Eugenio Rojas, de la Red Transfronteriza de Educación Medioambiental Pirineos Vivos; y Juan Ignacio Gil, de la Fundación Quebrantahuesos arrancaron el programa con la mesa de debate ‘La ciencia ciudadana y la educación ambiental. El papel de las asociaciones’.
En esta mesa se percibieron distintas formas de estructura, financiación y organización para acometer proyectos de ciencia ciudadana. Pero, ¿qué es la ciencia ciudadana? Este tipo de ciencia involucra a la sociedad en la conservación a través de un proceso científico, siendo una fuente de información rica para los investigadores desde el desarrollo de visitas guiadas en el mismo medio.
Un buen ejemplo es Phenoclim, un programa de implantado en toda la cordillera pirenaica para el seguimiento de los efectos del cambio climático sobre la flora, que lleva más de 5.000 observaciones, con 111 observadores y 145 zonas de rastreo.

Cambio climático en los glaciares
La bióloga Helena Parga, de la empresa Pirinature, y Leopoldo García Sancho, catedrático de Botánica en la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense, mostraron a continuación su colaboración para cifrar los efectos del Cambio Climático en el retroceso de los glaciares del Pirineo.
Esta iniciativa sirve para acercar a la sociedad ribagorzana a una problemática medioambiental y proporcionar la información que muestran estos bioindicadores para la realización de una investigación científica. Este proyecto ha realizado salidas de campo junto a profesionales de la montaña y vigilantes medioambientales del Parque Natural Posets Maladeta, que se completará con una tercera experiencia dirigida a vecinos y vecinas de Ribagorza.
Turismo científico, un sector en el que apostar
La sesión de tarde contó con la presencia de Begoña García, del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC) del proyecto ‘Adopta una planta’; Sara Arjó, impulsora del seguimiento de los murciélagos como recurso turístico dentro de la acción de la empresa medioambiental ‘Verd e Blue’; e Ismael Sanz, de SOS Anfibios Aragón.
Los tres interlocutores subrayaron el interés creciente sobre el turismo científico y su rentabilidad como anclaje empresarial y laboral. También explicaron que los certificados ecológicos suponen una garantía para los turistas a la hora de apostar por contratar estos servicios. Además, detrás de cada proyecto tiene que existir un protocolo de control y una gestión de datos recogidos porque con ellos serán los científicos quienes decidan si hay alguna afectación debido al cambio climático.
Dos talleres, sobre la identificación de líquenes y su papel como bioindicadores, y de apicultura, conociendo la función y contribución de las abejas, conformaron la parte práctica de esta jornada.
La primera edición del Foro de Turismo Científico y Ciencia Ciudadano de Aragón finalizó con una clara conclusión: la irrupción del turismo científico supone una realidad de progreso y concienciación medioambiental de la sociedad.