Los alcaldes de Secastilla, El Grado, Naval y Abizanda, Ángel Vidal, Mari Carmen Obis, Eusebio Buil y Javier Labat, respectivamente, muestran su rechazo a la instalación de los parques flotantes fotovoltaicos sobre la lámina de agua de este embalse de El Grado. Además, ponen de manifiesto «la falta de información por parte del Ministerio de Transición Ecológica, cuando esta seria afección tendría un impacto visual, ambiental y socioeconómico muy negativo». Consideran que, una vez más, se ha “ninguneado” al territorio en favor de otros intereses. Exigen también, «que el ministerio califique el grado trófico en lugar de que realice el estudio el solicitante».
Los alcaldes creen que «se está produciendo un ataque frontal al desarrollo sostenible» de sus municipios. Ellos apuestan por un uso lúdico y deportivo de este pantano y así se viene trabajando en esta línea. Consideran que este embalse tiene numerosos atractivos y potencial, además de una extraordinaria calidad de su agua almacenada.
Entienden que la Administración central, «lejos de revertir la deuda histórica con esta zona afectada por las infraestructuras hidráulicas, ahora profundiza en el castigo: cuando se deberían realizar inversiones en este entorno, como vector de progreso y para asentar población, se le quiere dar la puntilla».
Los alcaldes valoran que «parece paradójico crear una Secretaría General para el Reto Demográfico y a la vez, eliminar un recurso muy importante para estos municipios, cuando realmente se debería estar hablando de impulsar un aprovechamiento muy diferente». “Los habitantes de aquí queremos decidir nuestro futuro y no que nos vengan a imponer desde Madrid ruina, como sucedió décadas atrás”, concluyen.