Barbastro

Sara Casasnovas y la vocación por la enseñanza a los más pequeños

La Ludoteca Municipal acoge a casi sesenta niños y niñas durante este verano con proyectos semanales

Sara Casasnovas en una actividad
Sara Casasnovas dirigiendo una actividad
Pablo Alvira Fuertes Alvira Fuertes
15 julio 2021

Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida. Algo parecido le ocurre a Sara Casasnovas, monitora de la Ludoteca Municipal de Barbastro. La compañía, las relaciones y el trato que tiene con los niños y niñas le llenan por dentro. Aunque confiesa que con una palabra de los muchachos ya es gratificante, ella también pone de su parte. Desde las 8 de la mañana hasta las 15 horas trabaja en la Ludoteca veraniega. 

Realizan proyectos semanales y este año han decidido enseñar los diferentes oficios. «La primera semana la hicimos sobre médicos y enfermeros, así damos un homenaje a los que han estado al pie del cañón durante la pandemia. Trabajaremos también a los científicos, el personal de limpieza, haciendo hincapié en el reciclaje, austronautas, agricultores y la última semana la queremos dedicar al arte», explica. 

La diversión de los niños y niñas durante la semana la crean las monitoras y monitores de la Ludoteca en base a lo siguiente: «Creamos el personaje del oficio en cartón o papel. Ellos pintan, dibujan y decoran, y hacemos algún complemento. Además, un día a la semana viene una colaboración semanal. La semana de los sanitarios vinieron profesionales del centro de salud y del hospital. Nos contaron cómo se auscultaba, cómo se tomaba la tensión y nos enseñaron sus maletines». Además, alternan estas actividades lúdicas con otras de ocio como yincanas de agua, juegos de pistas, musicales y operativos. En definitiva, que sean tareas dinámicas donde puedan experimentar. Asegura la barbastrense que están diseñadas para tener «su punto de realidad» y vean que todo lo que hacen es real. 

Preparación y experiencia

El año 2020 fue el primero en que la empresa para la que trabaja de monitora Sara desarrolló la Ludoteca Municipal en Barbastro. Por ello, fueron apuntando fallos, cosas a mejorar y actividades que se les ocurrían. No obstante, esto requiere una preparación previa de varios meses. «Lleva mucho trabajo. Hay que crear las unidades didácticas y los protocolos. Si se viene con el trabajo hecho de antes, no quita tiempo, pero ahora incluso tenemos el plano del centro por el protocolo covid. Unos entran por un lado y salen por otro. Tenemos que tomar decisiones de mucha responsabilidad. Por la pandemia, los pequeños están separados en dos grupos en un aula y los mayores en otra. Exige muchísima preparación de la metodología», destaca Casasnovas. 

La semana pasada acudieron dos médicas para enseñar a los pequeños las claves de su oficio

Sobre todo durante este año y más en mitad de lo que parece una quinta ola, las medidas excepcionales y la precaución contra el coronavirus debe ser máxima. Este verano, los ratios son un monitor o monitora para 20 niños y niñas aunque en la Ludoteca Municipal de Barbastro están dos para 25. «Este año tenemos más experiencia y estamos más preparadas porque hay mucha faena», añade. 

Una relación gratificante

Sara es educadora infantil y tiene claro que su principal vocación son los niños y niñas: «Siempre me han gustado. He ido estudiando cosas relacionadas con la educación y he tenido mucho trabajo con el curso de monitora de tiempo libre. Es uno de los requisitos principales. Una de las cosas que más me gustan es la compañía y las vivencias que nos ocurren juntos», indica convencida, y añade que el trato y la relación que tiene con los pequeños le encanta. 

«Si te gusta tu trabajo, disfrutas por mucho que cueste»

Sara CasasnovasMonitora de la Ludoteca Municipal de Barbastro

«Solo el hecho de que entren y me digan buenos días, te cuenten cualquier cosa que han hecho o cualquier tontería, para mí ya significa algo. Pienso fíjate la ilusión con la que me lo ha contado», cuenta la monitora. Destaca que en la Ludoteca coincide con una niña a la que dio clases en una escuela infantil y el abrazo que le dio al volver a verla «me hizo mucha ilusión que se acordara de mí». «Aunque lleve mucha labor organizar una ludoteca así, si te gusta tu trabajo disfrutas por mucho que cueste», insiste.

Concluye destacando la importancia que tiene la unión entre los niños y niñas con los monitores. Además de dirigir y llevar a cabo las clases o actividades, establecen un vínculo emocional del que los pequeños pueden llegar a acordarse durante años. Tampoco se olvida de las personas que hace posible un espacio como la Ludoteca, en el que vivir un verano diferente pero lúdico y didáctico es posible.

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